La
generación "Y" no pide permiso, sino que informa. La generación "X" se tapa
los tatuajes y las pantallas, pero la "Y" no, y hasta es capaz de
demandar si se entera de que no le dieron un empleo por causa de su apariencia.
“Y” es la
generación que creció con Internet. La clave para "descifrarlos" es
Internet. Prefieren la comunicación recíproca, a la comunicación unilateral que ofrece la información sin dar la
oportunidad de una participación activa del público.
Por
supuesto, el desarrollo de la tecnología de las computadoras y de la comunicación
influyó definitivamente en las actitudes de la generación Y.
Los "Y"
nacieron y crecieron al lado de padres insatisfechos, divorciados y con poco
tiempo e interés para atenderlos. El sentimiento de culpa que generó esta
situación en los padres, dio como resultado que los Y fueran sobreprotegidos y
se les cumplieran todos sus caprichos.
Así el
niño "Y" pronto se vuelve neurótico y se habitúa a hacer dramas para controlar a
los mayores, porque ha aprendido que después de la escena o el castigo, llega
la felicidad de ser perdonado y amado.
Para
caracterizarles brevemente puede decirse que son niños y niñas incapaces de
llevar a término una actividad que no dé satisfacciones a corto plazo, tareas
que supongan posponer la gratificación al esfuerzo invertido.
Una de
las características más importantes de la Generación "Y" es la dificultad por parte
de padres y adultos en general, de cubrir las necesidades de sostenimiento
afectivo de estos niños. Este sostenimiento, imprescindible para el logro de un
desarrollo sano, implica indefectiblemente una disponibilidad por parte de los
adultos que no siempre pueden (o quieren) brindar. Disponibilidad que incluye
tiempo, presencia, dedicación, paciencia, compromiso, contacto y muchas otras
emociones que el hombre y la mujer modernos, acuciados por múltiples exigencias
(económicas, laborales, estéticas, intelectuales, afectivas, etc.) no están en
condiciones de sostener.
Lugares
de cuidado desde los cuarenta y cinco días de nacidos; Jardines de Infantes para
niños de uno o dos años; doble escolaridad primaria "complementada"
con actividades extraescolares que, al ocupar todo el día, le impiden al niño Y
un desarrollo lúdico más espontáneo y libre; entre otros factores, propician la
adultomorfización y la pseudogenitalización de los chicos, expulsándolos
precozmente de la infancia en pos de la idealizada adolescencia.
Los "Y"
vivieron una delegación precoz de las funciones parentales de sus padres en
otras personas, en instituciones, en un aparato de televisión o, incluso, en el
mismo niño quien pasa a ejercer sobre sí mismo una suerte de
"autocrianza".
En
ocasiones, los esfuerzos para adaptarse a un medio que no satisface
adecuadamente sus necesidades de dependencia afectiva, llegan todavía más
lejos, y es el niño (o el adolescente) el que pasa a sostener emocionalmente al
adulto.
En este
sentido, tal vez uno de los motivos por los que, en los sectores de buenos
recursos económicos, se demora la salida de los jóvenes del hogar paterno es
que los hijos adolescentes cumplen el rol de sostenedores afectivos de sus
padres y funcionan como escuchas de los problemas paternos.
Por otro
lado, la generación "Y" lleva en sí misma el vicio de la web. Los jóvenes "Y" a
veces no pueden dormir por preocuparse por los e-mails que puedan llegar
durante la noche. Trabajan de 5 a 10 horas sin parar con la computadora sin
fijarse en el horario. Se desvelan muy frecuentemente trabajando con la
computadora.
No están
protegidos contra la información antisocial: pornografía, armas, violencia,
informaciones falsas, violencia verbal en la comunicación en Internet. Por otra
parte, tienen el conocimiento y la habilidad suficientes para manejar la
computadora y las informaciones tanto técnicas como de tecnología. Tienen
amigos y vecinos a través de Internet. No les interesa tanto el que vive al
lado de su casa o sus compañeros de escuela como los amigos del espacio
cibernético. Tienen problemas en su interrelación social "cara a
cara" y con el manejo de la "amistad".
Antes,
las palabras en la conversación o en los escritos eran la ventana para adquirir
cualquier información. Después apareció la radio, fue una ventana favorita
durante mucho tiempo y luego la televisión. Pero actualmente para los jóvenes
su ventana es la computadora conectada con Internet. Además ahora están armados
con vídeo cámara, fax de alta velocidad, computadora potente, multimedia,
teléfono con monitor, etc.
La mayor parte de los varones
de hoy día no se sienten comprometidos con nada. Pasan mucho tiempo dedicados a
los juegos electrónicos o en la computadora, y los que no las tienen, llenan su
vacio con la nueva música carente de contenido y mensaje positivo, conocido
como el "Reggetón".
Los adolescentes ya no gustan
de las actividades deportivas. Han
cambiado sus intereses y ahora su idolos mayormente pertenecen a los generos
musicales. Y así de esa forma muchos se estereotipan y casi todos se parecen a
los reggetoneros de moda.
No tienen metas definidas y
casi un 70% no va a la Universidad. Algunos son extremadamente machistas y
acomplejados por su inferioridad y otros lamentablemente están comenzando a
asumír roles tradicionalmente femeninos; se sacan las cejas, usan pantallas, se
afeitan las piernas como las mujeres y actuan muy afeminados. Los adolescentes
son criados en más de un 50% o por madres solteras o en un hogar donde no está
el padre progenitor presente (modelo varonil, ausente). El 85% de los jóvenes
no usan relojes lo que significa que no saben la hora que es y tampoco el día,
son personas sin rumbo, quedar mal no les importa. Se puede apostar y casi
ganar de seguro que más de un 50% no terminará sus estudios y que su vida
generalmente será un fracaso, salvo algunas excepciones. Esas excepciones serán
aquellos que decidieron llevar una vida más responsable y educarse
apropiadamente lo que los pondrá en una envidiable posición de ser la
generación jamás ni nunca mejor informada en la historia de la humanidad.
Las
hembras cada día más se despojan de sus ropas y asumen roles que solo eran
apreciables antes en burdeles o en lugares que los hombres tuvieran que pagar
para ver semi-desnuda o manosear a una mujer. La imagen de la mujer está
pasando su peor momento, es muy poco el respeto el que los varones le dispensan
a las damas y aunque ellas bailen con uno alante y otro atrás rosandose sus
partes íntimas de ahí la palabra (perreo), si su novio le reclama y les dice
algo, ellas exigen que las respeten ¿?... exigen algo que ellas no se dan a sí
mismas. Muchas de estas jóvenes terminan embarazadas antes de los 21 años.
Otras están compitiendo tanto con el hombre que ahora se tatúan como lo hacían
ellos y muchas, hablan, discuten y pelean casi como machos. -¿Como uno va a
respetar a una mujer que no se respeta a si misma?
La
pérdida de valores hoy en día es producto de los cambios generacionales, sin
embargo aclaro que no todos los jóvenes son iguales, todavía hay padres que
oran con sus hijos, van con ellos a las Iglesias, los acompañan a sus
actividades, conocen a sus amistades, se sientan con ellos a hacer sus
asignaciones y los tratan con amor, respeto, preocupación, y con sabia disciplina.
En
algunos estratos sociales en el campo de la pareja también ellas comienzan a
adoptar el rol dominante sobre un hombre que carente de una buena educación
acepta el papel de sumiso, o si no está de acuerdo en ese rol de subordinado
intelectual, tratara de imponerse por la fuerza, lo cual traerá como resultado
una de las peores situaciones de nuestra sociedad, "La Agresión
Fisíca".
Para
entender nuestro comportamiento y el de otras personas, es útil estudiar las
diferencias que han presentado las diferentes generaciones a través del tiempo.
El terminó "Generación", es aplicable a las personas cuya edad es
equivalente y vivieron una misma época, en un mismo momento histórico. Por la
anterior razón, presentan características de personalidad similares y comparten
creencias, valores y rasgos conductuales.